Traducción del texto original: The Evils of the Muslim Brotherhood
La Hermandad Musulmana, organización egipcia largo tiempo prohibida y matriz de casi todos los movimientos islamistas que vinieron después –Al Qaeda incluida–, acaba de hacerse con la Presidencia de Egipto por medio de Mohamed Morsi. La apatía que reina en la comunidad internacional, que tiempo atrás hubiera considerado devastadora una noticia así, obedece a los fructíferos esfuerzos de apologistas musulmanes y agentes subversivos por presentar en Occidente como “moderada” a la referida formación. Evidentemente, calificar de moderada a una organización islamista, partidaria por tanto de la dacroniana sharia, no deja de ser un oxímoron. Funcionarios de la Administración Obama han ido incluso más allá y definido a la HM como “mayoritariamente secular” y “pluralista”.
En el mundo real, las pruebas de que la Hermandad es otro hostil grupo islamista con la mirada puesta en conseguir a cualquier precio el predominio mundialdel Islam son abrumadoras. He aquí tres muestras recientes, ignoradas por los medios occidentales, que revelan el rechazo de la Hermandad por los “infieles” (no musulmanes) en general y por los cristianos coptos en particular, y su llamamiento a los musulmanes a hacer uso de la mentira a fin de imponer la sharia.
– Contra los infieles. En una importante conferencia de apoyo a Mohamed Morsi –presidida por un retrato del propio Morsi y con una nutrida representación de notables de la Hermandad–, un jeque se largó una arenga en la que citó uno de los pasajes del Corán preferidos por los yihadistas (9:12) para describir a quienes no votasen a Morsi: esa gente sería “resistente a la sharia de Alá”, y a ellos y a sus “infieles líderes” deberían “combatir” y subyugar los verdaderos musulmanes.
El vídeo con la alocución del jeque fue emitido en el programa de debate de la célebre Hala Sarhan, que aprovechó para clamar: “¡Esto es increíble! ¿Qué relación tiene esta arenga con la campaña de Morsi?”. Uno de los invitados apuntó correctamente: “Tengamos en cuenta el uso [por parte del jeque] de la palabra combatir (…); eso es una abierta incitación a la violencia contra quien discrepe de ellos! ¿Cómo puede decir algo así un jeque radical, teniendo además al lado a [líderes de la Hermandad como] Jeirat el Shater?”.
La Hermandad ni denunció ni se distanció de los llamamientos del jeque a la yihad y el takfir.
– Contra los cristianos. Es precisamente por estos sacudones de retórica antiinfiel por lo que no es un disparate creer que el propio Morsi, como sostienen algunos, presumió en su día de que lograría conquistar (fath) Egipto para el islam “por segunda vez”, y convertiría “a todos los cristianos al islam” o les haría “pagar la jizya“.
Hablando de la minoría copta: en un artículo titulado “¡¿La Hermandad Musulmana se pregunta por qué la temen los cristianos!?”, el escritor laico Jalid Montaser aporta razones examinando los propios documentos y fetuas de la organización. Así, en el número 56 (diciembre 1980) de La Llamada, publicación oficial de la HM, el prominente jeque Mohamed Abdalá al Jatib decretaba varias medidas anticristianas, entre las que se contaban la destrucción de iglesias y la prohibición de enterrar “infieles” cristianos en las inmediaciones de tumbas musulmanas.
Tampoco a este jeque replicó la Hermandad. “Después de tales fetuas, ¡¿pueden Morsi y sus colegas de la Hermandad preguntarse por qué les temen los coptos?!”.
– Mentir, robar y trampear para alcanzar la victoria. En un artículo reciente, titulado“La agenda oculta del grupo islamista”, Yusef Sidhom da cuenta de un documento con logos tanto de la Hermandad Musulmana como de su brazo político, el Partido Justicia y Libertad. Firmado por Jairat el Shater, asistente del Guía Supremo, y dirigido a todas las ramas y secciones de la Hermandad, el texto insta a los musulmanes a hacer trampas, bloquear votaciones y “recurrir a cualquier método que pueda cambiar el sentido del voto” para garantizar la victoria de Morsi, cosa que naturalmente sucedió, en medio de acusaciones de fraude electoral. El Shater concluía diciendo:
Hay que entender, hermanos, que nuestro interés se encuentra allí donde se encuentre la sharia de Alá, y que sólo puede alcanzarse preservando el islam y a la Hermandad Musulmana.
En resumidas cuentas: la Hermandad Musulmana no ha cambiado; sólo lo ha hecho la opinión occidental sobre la Hermandad Musulmana. Como viene haciendo desde su fundación, en 1928, la organización se dedica a reforzar y difundir la sharia, que predica el odio a los “infieles” no musulmanes –especialmente al cristianismo, némesis histórica del islam–, y hacer cualquier cosa, desde mentir a hacer trampas, para garantizar la primacía del islam.
Raymond Ibrahim ocupa la cátedra Shillman del David Horowitz Freedom Center y es miembro del Middle East Forum.
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